Creo firmemente que, después de haberlo comprobado en proyectos anteriores, la forma, el contenedor y su estética e impacto visual (sin ser irrelevantes) no son determinantes. Lo único que es determinante en un proyecto es, son, los habitantes de ese proyecto.
No vale realizar utopías si luego no son habitables o su experiencia es nefasta. Por ello planteo en este proyecto empezar por dos sujetos (denominados A y B) y a través del análisis conceptual y formal de lo que dicen querer, ofrecerles la mejor respuesta arquitectónica adaptada a su tiempo, el uso que le van a dar y al lugar en el que desean vivir estos inquilinos.
A los sujetos se les realizo una serie de preguntas básicas que tenían la intención de desembocar en una agradable charla en vistas a conocer la casa ideal del cliente. Como resultado se obtuvo el siguiente cuadro de notas un tanto...... reveladoras:
Inmediatamente despues de realizar las entrevistas se a de proceder... una vez recuperado del "impacto" que puede suponer escuchar a un cliente decir que quiere una villa romana o una ALHAMBRA privada... se debe proceder como decía, a investigar que objetivos, que cualidades quiere el cliente en funcion de lo que nos a revelado anteriormente:
Las conclusiones a las que se llegan después de realizar el análisis deberán ser CONDICIONES del proyecto y deberán estar patentes durante todas las fases del desarrollo del mismo. Sin dejar ninguna de lado ni para lo último. De estas forma se garantiza la experiencia grata y absoluta de los inquilinos de la futura vivienda.